Tita de la Garza y Pedro Muzquiz son dos corazones apasionados que no pueden unirse debido a profundas tradiciones familiares. Así, Tita se ve forzada a recorrer un camino lleno de matices y sabores encantados, luchando entre el futuro impuesto por su familia y el deseo de seguir su amor, mientras la acompañamos en su santuario más querido: la cocina.