A Quique le asignan la tarea de liderar la estrategia de la España Vacía en un pequeño pueblo de Teruel, pero se siente perdido y no sabe por dónde comenzar. Se enfrenta a una comunidad dispuesta a burlarse de sus propuestas innovadoras y, para colmo, pronto se entera de que su llegada allí es parte de un plan urdido por su novia y el líder de su partido para poder estar juntos. Su única ayuda será su buena voluntad y Lourdes, la camarera del bar, quien desea evitar que siga pasando vergüenza y le haga entender que la clave de su éxito radica en aprender a escuchar a sus nuevos vecinos.