La agitada vida personal y profesional del actor Peter Sellers (1925-1980) abarca desde sus comienzos como comediante en la radio hasta alcanzar un notable éxito en el cine, consolidándose como uno de los más grandes humoristas de la historia. Fue un artista obsesivo, tan comprometido con su labor que descuidó a sus seres queridos y sacrificó parte de su propia identidad para dar vida de manera convincente a los numerosos personajes memorables que interpretó.