Durante la Segunda Guerra Mundial, un reducido grupo de hombres valientes y tenaces logró detener el avance del mariscal Rommel en el norte de África. En 1941, Rommel había logrado que las fuerzas británicas comenzaran su retirada. El único obstáculo entre él y el Canal de Suez era la fortaleza de Tobruk, defendida por un pequeño contingente australiano. El capitán McRoberts (interpretado por Richard Burton), un brillante estratega, está al frente de la operación. Consciente de su desventaja numérica, sabe que su única esperanza radica en el valor de sus hombres y en su propio ingenio para superar al enemigo.