Susan (Olga Kurylenko) se convierte en testigo de un tiroteo en la parte trasera del restaurante donde trabaja. Antes de que logre escapar del lugar del crimen, Covek, el asesino, la captura. En realidad, Covek es un oficial de policía corrupto que se encuentra amenazado por Silo (Harvey Keitel), un delincuente que tiene a su hijo en cautiverio. Susan hará lo posible por liberarse, pero Covek, en su desesperación, obligará a Silo a secuestrar a la hija de Susan para forzarla a que le preste ayuda. Sin otra alternativa, Susan se verá obligada a colaborar con Covek para salvar la vida de los dos niños.