Fernando decide aventurarse en la naturaleza contaminada de Tras-os-Montes en busca de cigüeñas negras, una especie en peligro de extinción. Mientras observa a estas aves salvajes desde su canoa, esta se vuelca debido a las corrientes. Milagrosamente, es rescatado por dos turistas chinas que están perdidas en su camino hacia Santiago de Compostela. Luego, se adentra en el bosque esperando encontrar el camino de regreso. Este bosque, tanto salvaje como enigmático, no tarda en revelar su lado oscuro, llenando su camino de obstáculos y encuentros inquietantes. Así, comenzará un viaje iniciático en la búsqueda de su identidad, en busca de una iluminación mística al estilo pasoliniano, que lo llevará de lo pagano a lo divino.