Agobiada por su vida de pensionista y al compararse con sus amigas que ya son abuelas, Marisa (Carmen Machi) opta por emprender un viaje a un campamento de refugiados en Grecia, creyendo que allí su ayuda es verdaderamente necesaria. Al llegar, se enfrenta a una realidad que jamás había imaginado, lo que la lleva a cuestionar los límites entre el amor y la necesidad de sentirse valiosa.