Ricky es un joven de ciudad de doce años con un espíritu rebelde que no logra encontrar un hogar temporal adecuado, excepto por una granja aislada en el campo, donde vive una pareja; ella es amable y cariñosa, mientras que él es rudo y reservado. A medida que Ricky empieza a adaptarse a su nueva vida, un problema inesperado desencadenará una intensa persecución por el paisaje neozelandés.