Después de sobrevivir al comienzo de su inesperada aventura, la Compañía avanza hacia el este y en el camino se encuentra con Beorn, el cambiapieles, así como con un grupo de enormes arañas en la peligrosa Selva de Mirkwood. Logrando evadir la captura por parte de los Elfos del Bosque, los Enanos continúan su travesía hacia la Ciudad del Lago y, finalmente, alcanzan la Montaña Solitaria, donde tendrán que enfrentarse al mayor de los peligros: una criatura más aterradora que cualquier otra, que pondrá a prueba no solo la profundidad de su valentía, sino también los límites de su amistad y la sabiduría adquirida en su viaje: el dragón Smaug.
