Jesse y Celine se encontraron en un tren y disfrutaron de una noche memorable recorriendo Viena. A pesar de que se prometieron reunirse nuevamente seis meses después, ese encuentro nunca se concretó. Una década después, se cruzan de nuevo por casualidad, esta vez en París. Jesse, que está de gira promocionando su novela, la reconoce entre la multitud en una librería. Ella ha estado viviendo en París desde hace tiempo, mientras que él reside en Nueva York. Sin pensarlo dos veces, Jesse decide abandonar todo para pasar el día con Celine. Así, disfrutan de su tiempo en cafés y parques, rememorando aquella tarde en la capital austríaca y conversando sobre sus vidas actuales.